Los ecuatorianos se aprestan a celebrar unas elecciones, por demás conmocionadas, caóticas al mismo tiempo que históricas, ya que literalmente se estará decidiendo el futuro del país, un país castigado severamente por una delincuencia organizada que no da tregua y que se ha llevado por delante a varias personalidades políticas, que fueron víctimas del sicariato.
Sin embargo, no es lo único que se decidirá durante los comicios, pues junto a la elección de autoridades, incluidas las presidenciales, se estará eligiendo también el futuro de una de las reservas naturales más importantes del mundo, el Parque Nacional Yasuní.
Mediante una consulta popular, el pueblo ecuatoriano dará o no su visto bueno para la explotación del petróleo que se encuentra bajo el suelo de este pulmón del planeta.