Es el segundo asesinato político en los días previos a las elecciones presidenciales anticipadas, después de la muerte del candidato Fernando Villavicencio.
La candidata presidencial por Revolución Ciudadana, Luisa González, declaró que "Ecuador vive su época más sangrienta."
El expresidente Rafael Correa lamentó la muerte de su compañero Briones e insinuó la complicidad de la policía en el atentado contra Villavicencio.
De acuerdo al abogado y analista político ecuatoriano, Carlos Garcés, "lo que se ha podido apreciar en el gobierno de Guillermo Lasso es que, lamenatablemente, no ha tenido el suficiente liderazgo para poder garantizar la seguridad de toda la ciudadanía y de los candidatos en particular".