"Hasta la fecha, no hay amenaza para la estabilidad financiera. La tasa de cambio se forma bajo la influencia de muchos factores. Además de una reducción significativa del valor de las exportaciones hay un crecimiento de la demanda de importaciones que se debe a un aumento activo de la demanda interna", dijo el interlocutor de esta agencia.
Sin embargo, agregó la fuente, para estabilizar la inflación en un nivel del 4% en 2024 se necesita continuar endureciendo la política monetaria.
"El Banco Central de Rusia admite la posibilidad de elevar la tasa de interés en las próximas reuniones", señaló.
La moneda rusa bajó este 14 de agosto a un nuevo mínimo desde marzo de 2022 ante el euro y el dólar estadounidense, que superaron el umbral de 110 y 101 rublos por moneda, respectivamente.