El proyecto denominado GW —que se refiere a la palabra Guowang o "red nacional"— corre a cargo de la Comisión de Reforma y Desarrollo de China, una agencia gubernamental encargada de implementar políticas económicas y proyectos de gran magnitud.
Según el experto en aerotermia de la Academia China de Aeroespacial y Aerodinámica, Qu Wei, GW "avanza de manera ordenada" y colocará "cerca de 13.000 satélites en órbitas más bajas que las de sus contrapartes de Estados Unidos para minimizar los riesgos de colisión y mantener distancias seguras".
Según el miembro del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, para lograr el despliegue de esta red fue fundamental "dominar la tecnología de cohetes reutilizables", así como el desarrollo de cohetes impulsados por metano, "una dirección en la cual China recientemente ha hecho un progreso importante".
Aunque de manera precisa no se sabe a qué nivel operará Guowang, se estima que estará en una altura de entre 390 y 410 kilómetros, distancia a la que está la estación espacial china Tiangong y la Estación Espacial Internacional (EEI), respectivamente.
Al comparar GW con Starlink, el especialista consideró que toda la red de
la empresa de Elon Musk se encuentra a 350 kilómetros de altura, lo cual permite una comunicación más rápida, pero representa un mayor reto por la misma atracción atmosférica.
Actualmente SpaceX ha desplegado más de 4.500 satélites en diferentes puntos de la órbita terrestre, pero el plan es que la red llegue hasta 42.000 unidades.
En el mismo artículo en el que se expone el avance de Guowang, Qu Wei critica el despliegue de la red Starlink y aseguró que esta será utilizada por el Gobierno de Estados Unidos por su capacidad para interferir señales de navegación, coordinar ataques de combate y alta precisión y destrucción de aeronaves en órbita, por lo que consideró que se trata de "una amenaza".
En este sentido, acusó a Starlink de incurrir en lo que se conoce como "cercamiento", un concepto que se refiere a la privatización de un espacio que siempre fue público.
"El desarrollo de la industria espacial china y el destino de la población china debe ser controlado por sus propias manos", concluyó Qu.