"Esto estaba relacionado con el pago del grano suministrado, conexión con el sistema del Rosselkhozbank, que estaba privado de esta oportunidad como todos los demás bancos", explicó el analista.
"La UE se ha beneficiado mucho, pero yo no lo diría de manera inequívoca. La UE, en su periferia de la llamada nueva Europa, tuvo muchos problemas porque el grano ucraniano, aunque de baja calidad, es barato y esto llevó a los productores polacos, rumanos, húngaros, búlgaros y otros a la decadencia. Todos ellos empezaron a imponer sanciones contra el grano ucraniano porque provocaba precios de dumping y, en consecuencia, la caída de la rentabilidad de la agricultura, del cultivo de grano en varios países de esta nueva Europa. Los polacos recibieron una gran bofetada por ello", subrayó.
"Sobre todo porque seguimos apostando por los suministros gratuitos, que también son un problema para los europeos. Esto significa que apoyamos a los países africanos, a los países asiáticos pobres prácticamente gratis. Por un lado, parecería totalmente desfavorable, pero lo es desde el punto de vista financiero. El aspecto político probablemente prevalece en este caso", destacó.
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