En opinión del analista, se suponía que esta cumbre sería "un congreso de ganadores" y que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, "caminaría por la alfombra roja" en un momento en que Mariúpol, Crimea e incluso el Kremlin estarían bajo el control de Ucrania.
"Se suponía que sería una coronación y admisión [de Kiev] en la OTAN. ¿Qué ocurrió en su lugar? Hubo que cambiar drásticamente el guion, pues de lo contrario no se entiende para qué celebrar la cumbre. Por lo tanto, tuvieron que poner a Suecia en primer plano", manifestó Gasparián.
Así que, según él, el 12 de julio hubo un espectáculo primero para los suecos y luego para el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. "Con ello, hace unos días no solo no se anunciaba este espectáculo, sino que ni siquiera se hablaba de él", resumió el experto.
A la cumbre de la OTAN, celebrada los días 11 y 12 de julio en la capital lituana, asistieron los líderes de todos los países de la Alianza. El jefe de Estado turco aceptó acelerar la presentación de la solicitud de adhesión de Suecia al bloque al Parlamento para su ratificación.