El hecho ocurrió la noche del 11 de julio, cuando elementos de la Fiscalía del Estado de Jalisco y de la policía de Tlajomulco fueron agredidos con artefactos explosivos arrojados por grupos criminales.
Este 12 de julio,
un día después del evento violento, el gobernador de Jalisco dio una conferencia de prensa para proporcionar más detalles de lo ocurrido.
"Detonaron siete explosivos y uno más que afortunadamente no explotó, dejaron un saldo preliminar de seis fallecidos y 12 personas heridas. Es un acto de terror brutal y es un momento en el que en esta mesa estamos cerrando filas", declaró Alfaro.
Además, mencionó que el día del ataque una persona que participa en los colectivos de madres buscadoras —organizaciones de búsqueda de personas desaparecidas por el crimen organizado o en crímenes de Estado— recibió una denuncia anónima en la que se le dijo que había una zona con restos humanos.
Sin embargo, derivado de este hecho, las autoridades locales decidieron suspender la activación de mecanismos de búsqueda de posibles cuerpos de personas desaparecidas.
"Con el propósito de cuidar a las personas que de manera auténtica están buscando a sus familiares, para no exponerlas a riesgos, pero también con la necesidad de revisar estos protocolos mediante los cuales se activan denuncias anónimas, ese tipo de procesos van a quedar suspendidos hasta que no podamos definir una ruta a seguir", anunció el mandatario local.
En el evento, el gobernador jalisciense también indicó que se desplegó un operativo para dar con los responsables de los hechos registrados en Tlajomulco, ubicada a unos 25 kilómetros al sur de la capital de la entidad, Guadalajara, emplazada en el occidente mexicano y con litoral en el Pacífico.
Al respecto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, indicó en su conferencia de prensa matutina diaria que en los próximos días expondrán más información sobre este atentado contra los funcionarios de Jalisco.
Jalisco ha estado en la mira por diversos casos de desapariciones. Uno de los más recientes fue el de los ocho jóvenes que trabajaban un supuesto call center clandestino en Zapopan, municipio de la entidad. Ellos desaparecieron entre el 20 y 27 de mayo pasado y posteriormente sus cuerpos fueron hallados en la barranca Mirador del Bosque a finales de ese mes.
Ante ello, López Obrador indicó que en el caso de las desapariciones, especialmente las ocurridas en Jalisco, no se debe dar cabida a que la delincuencia sea la que ejerza la justicia.
"Independientemente de lo que se dedicaban quienes perdieron la vida, esto no puede permitirse ni aceptarse, que se aplique justicia de parte de delincuentes. Eso no se puede permitir y ya se están haciendo investigaciones", acotó en su conferencia de prensa del 9 de junio.