La diplomática recordó que anteriormente la administración de gestión del territorio capitalino de Canberra intentó quitarle a la Embajada rusa la parcela situada en Yarralumla. Durante las negociaciones con participación de juristas, Moscú logró demostrar que los problemas surgieron como consecuencia de la posición obstruccionista de Canberra. Como resultado, el 31 de mayo la parte rusa consiguió llegar a un acuerdo mutuamente aceptable sobre la eliminación de las divergencias con la administración de gestión del territorio capitalino.
Después de que la Corte Federal de Australia invalidara el 31 de mayo la disposición de rescindir el contrato de arrendamiento de la parcela, el Parlamento australiano promulgó una ley especial sobre la anulación del arrendamiento. La parte rusa recurrió ese acto legislativo ante el Tribunal Supremo de Australia, que desestimó ese recurso.
"Hoy día quedó claro que al concertar el acuerdo sobre el arreglo de la disputa, las autoridades australianas al mismo tiempo estaban preparando enérgicamente una variante alternativa de sustracción de bienes raíces de la misión diplomática rusa. Tal conducta es desleal y simboliza el menosprecio al principio de la supremacía de la ley. También es dudosa su legitimidad", señaló Zajárova, cuya declaración se publicó en la web de la Cancillería rusa.
La legación diplomática rusa calificó la terminación del contrato de arrendamiento como un paso dado por Australia hacia la destrucción de las relaciones con Moscú.
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