La presidenta expresó que el déficit del sistema fiscal ucraniano será de unos 60.000 millones de euros, y la necesidad de una rápida recuperación, de otros 50.000 millones. De esta cantidad, Ursula von der Leyen propuso cubrir casi la mitad (45%) de las necesidades de Ucrania. La financiación vendría en forma de subvenciones europeas, préstamos y de activos rusos previamente congelados, explicó.
Von der Leyen también subrayó que "no hay un calendario preciso" para la adhesión de Ucrania a la UE. El proceso depende de las reformas de Kiev y de los procedimientos internos de la CE, añadió. En octubre se publicará un informe escrito de la CE en el que se formularán los "próximos pasos". En total, la UE está debatiendo destinar a Ucrania los superbeneficios de la reinversión de los activos bloqueados del Banco de Rusia por valor de unos 200.000 millones de euros.
El 17 de junio, el Banco Central Europeo (BCE) advirtió a la UE que
no intervenga para reclamar dinero a los depositarios de activos rusos congelados, afirmando que
podría mermar la confianza en el euro como moneda mundial y perjudicar la estabilidad financiera.
Mientras tanto, el ministro de Exteriores austriaco,
Alexander Schallenberg, afirmó que debe descartarse el uso indebido de los activos congelados a causa de las
sanciones rusas, ya que
tales acciones podrían ser impugnadas ante los tribunales.
En su opinión, ha de tener mucho cuidado cuando se trata del uso de activos rusos. Subrayó que las acciones de los Estados occidentales deben proteger el orden internacional, que se basa en normas. El ministro añadió que algo así podría ser cuestionado en los tribunales de Europa o EEUU.
Por su parte, el vicepresidente primero del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma rusa, Alexéi Chepa, afirmó que la UE podría confiscar los activos rusos congelados, pero con grandes pérdidas y consecuencias para sí misma.
El parlamentario citó la capacidad de Rusia para expropiar bienes occidentales como "medida de represalia". Chepa manifestó que hasta ahora Moscú no lo hace porque no quiere romper los lazos con "empresas europeas adecuadas".
El 17 de febrero de 2023,
la UE congeló los activos de organizaciones e individuos de Rusia por valor de
21.500 millones de euros (unos 22.800 de dólares) y continúa trabajando en los activos del Banco Central ruso, informó el eurocomisario de Justicia, Didier Reynders.
En octubre de 2022, los líderes de la UE encargaron a la Comisión Europea preparar propuestas sobre el uso de
los activos congelados para financiar la reconstrucción de Ucrania.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, expresó que "la toma de tal decisión sería un paso más en el pisoteo de todas las normas del derecho internacional" y advirtió que Moscú buscará cómo luchar contra eso. La portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajárova, calificó de robo el bloqueo de los activos rusos en Europa.
Pese a las numerosas declaraciones sobre el probable uso de los activos congelados rusos para la restauración de Ucrania, la UE de momento no tiene base legislativa para emprender tal actividad y pretende centrarse en el uso temporal de estos fondos.
Los países occidentales han impuesto una serie de duras sanciones a Rusia desde el inicio de
la operación militar en Ucrania, incluida la congelación de cerca de la mitad de las reservas de divisas del país, unos 300.000 millones de dólares.