"Durante el día [7 de junio], más de 300 personas, incluidos 70 niños, fueron evacuados de los territorios inundados", comunicó el servicio de prensa.
Agregó que, durante el día siguiente, un total de 95 personas y 36 unidades de equipos, así como 21 embarcaciones realizarán las operaciones de rescate de emergencia.
El 5 de junio, el alcalde de Nóvaya Kajovka –ubicada en la región de Jersón, controlada por Rusia y vecina con la península de Crimea– reportó una serie de ataques con lanzamisiles múltiples Vilkha del Ejército ucraniano contra la central hidroeléctrica de Kajovka.
Al menos tres tramos de la represa colapsaron bajo la presión del agua, luego de que los proyectiles destruyeran las vigas de compuerta en la parte superior de la instalación. Como resultado empezó una descarga descontrolada del agua y la ciudad de Nóvaya Kajovka se vio inundada.
A su vez, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusó a las fuerzas rusas de realizar "una detonación interna de las estructuras" de la central hidroeléctrica, lo que Moscú rechazó en términos enérgicos.
Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, la destrucción de la represa es un sabotaje deliberado de Ucrania para "privar a Crimea de agua".
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