"Ante los desafíos globales y las crecientes tensiones geopolíticas, daremos prioridad al fortalecimiento de la estabilidad macrofinanciera (...) Nuestros principales objetivos son mantener los precios estables y reducir la inflación a un solo dígito a medio plazo", afirmó Simsek, citado por el diario Hurriyet.
El ministro agregó que recurrirá a principios fundamentales como la transparencia, la coherencia, la previsibilidad y adhesión a las normas internacionales para lograr esas metas. Según Simsek, la clave para la prosperidad del país sería lograr una economía predecible que se base en ciertas reglas.
La tasa de inflación anual en Turquía ascendió al 43,68% en abril pasado, de acuerdo con los datos del Instituto de Estadística de Turquía (TurkStat). Por su parte, un panel independiente, ENAG (por el acrónimo en turco del Grupo de Estudios sobre Inflación), estima que la inflación anual en Turquía alcanzó el 105,19%.