"Rusia se mantiene fiel a los acuerdos trilaterales que fueron firmados hace dos años. (...) Y que siguen siendo la única base para una solución. Es necesario seguir por el camino de la implementación de los acuerdos logrados, para solucionar ese conflicto", afirmó Peskov al canal de televisión Rossiya 1.
Además, señaló que las relaciones entre Rusia y Armenia "tienen un futuro brillante".
Armenia y Azerbaiyán mantienen una disputa por Nagorno Karabaj desde que ese territorio, de población mayoritariamente armenia, decidió separarse en 1988 de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
El 31 de octubre, después de otro brote de hostilidades, los líderes de Rusia, Armenia y de Azerbaiyán —Vladímir Putin, Nikol Pashinián e Ilham Aliyev— se reunieron en la ciudad rusa de Sochi y aprobaron una declaración, en la cual reafirmaron su compromiso con los acuerdos trilaterales para normalizar las relaciones de Ereván y Bakú firmados en noviembre de 2020.
Las partes acordaron cesar por completo el fuego e intercambiar los prisioneros y los cuerpos de los muertos.
Por acuerdo entre las partes, Rusia emplazó en la zona un contingente de paz, paralelamente a la retirada de fuerzas armenias desde los distritos de Agdam, Kelbecer (Kalbajar) y Lachín, arrebatados a Azerbaiyán durante la guerra de 1992-1994.
Muchos de los problemas actuales, según Moscú, son resultado de que las negociaciones entre Bakú y Ereván llevan varios meses atascadas. Dmitri Peskov reafirmó la adhesión de Moscú a su papel de mediador entre las partes en conflicto.
Los ministros de Exteriores de Armenia y de Azerbaiyán prevén reunirse el 19 de mayo en la capital rusa para hacer avanzar el proceso de paz.
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