Otro de los factores que ha contribuido al aumento de la delincuencia en Ecuador es la falta de oportunidades económicas para los jóvenes. Muchos de ellos se ven obligados a buscar alternativas para sobrevivir, y esto puede llevarlos a involucrarse en actividades delictivas. Además, la falta de educación y de empleo también influyen en la delincuencia juvenil.
El entorno familiar es un factor clave en el desarrollo de los jóvenes y puede influir en su comportamiento y actitudes. Si el ambiente familiar es violento, conflictivo, o carente de afecto, los jóvenes pueden desarrollar conductas delictivas como forma de escape, o para llamar la atención. La falta de supervisión y orientación adecuada también puede contribuir a la delincuencia juvenil.
Galo Salazar, coach y especialista en terapia familiar, advierte que "el núcleo familiar lo es todo, la atención hacia los jóvenes, que se sientan importantes, que sientan el interés de los padres, la ausencia de ello es la raíz de todos los problemas. Por ello la educación debe jugar un papel fundamental en la sociedad".