Se trata de una barra brillante de luz ultravioleta que emiten los átomos de hidrógeno durante una particular transición electrónica. La lluvia de partículas heladas de los anillos contribuye a calentar la atmósfera superior del planeta mediante reacciones químicas que aún no se han explorado del todo, según
un nuevo estudio publicado en
Planetary Science Journal. De acuerdo con la NASA, es la primera vez que se observa este fenómeno en el sistema solar.
Agregó que luego empieza el proceso de colisión con los gases atmosféricos, lo que probablemente causa el calentamiento de la atmósfera a una altitud específica.
Se conoce bien la lluvia de anillos, o sea, cuando los anillos gigantes que rodean Saturno se están desintegrando al chocar contra el propio planeta. Los expertos señalan que los anillos podrían desaparecer por completo en tan sólo 100 millones de años. Sin embargo, aún no se ha estudiado la interacción de esta lluvia con el hidrógeno.
Para llevar a cabo su investigación, los científicos utilizaron las naves espaciales Voyager 1, Voyager 2 y Cassini, así como del Explorador Internacional Ultravioleta y el telescopio espacial Hubble, para obtener una lectura coherente de la emisión Lyα.
Inicialmente, se creía que algunas transmisiones de la luz ultravioleta fueron interferencias de ruido de las propias sondas. No obstante, los investigadores han demostrado que existe una franja más brillante de luz de emisión Lyα en el hemisferio norte del planeta.
"Cuando se calibró todo, vimos claramente que los espectros son coherentes en todas las misiones", afirmó Ben-Jaffel.
Este hallazgo se debe a que los científicos utilizaron el mismo punto de referencia de Hubble sobre la tasa de transferencia de energía de la atmósfera, medida durante décadas.
"Fue realmente una sorpresa para mí. Simplemente uní los diferentes datos de distribución de la luz y me di cuenta de que era lo mismo", añadió.
La atmósfera de Saturno está compuesta en un 75% por hidrógeno y en un 25% por helio, con pequeñas trazas de otras sustancias y mucho viento: hasta 1.800 kilómetros por hora en el ecuador. La temperatura a través de las capas de la atmósfera oscila entre unos -130 °C y unos 80 °C.
Los científicos analizaron los datos de las distintas naves espaciales de varios años, por lo tanto, fue posible estudiar las múltiples estaciones del planeta y los ciclos solares. La naturaleza y la consistencia de la luz ultravioleta hacen que la lluvia de anillos helados sea la explicación más probable.
Asimismo, el estudio puede sacar a la luz nuevos datos sobre exoplanetas. Por ejemplo, sobre Júpiter que, por ejemplo, tiene un tipo de protuberancia Lyman-alfa (Lyα) diferente a la de Saturno.