Según la retransmisión en directo de cadenas como Globonews, Bolsonaro llegó a la comisaría pasadas las 14:30 hora local (11:30 GMT), y aunque la zona estaba acordonada y había fuertes medidas de seguridad, no había simpatizantes ni detractores del líder ultraderechista.
Bolsonaro será interrogado por, supuestamente, haber intentado quedarse varios conjuntos de joyas que la familia real de Arabia Saudita le regaló, pero que deberían haber sido incorporados al archivo general de la Presidencia, que es de dominio público.
El 5 de abril también serán interrogados un exasesor de Bolsonaro, Mauro Cid; un guardaespaldas, Marcelo Câmara; y el ex jefe de la Hacienda Federal, Julio César Vieira Gomes, ya que los tres habrían intervenido de alguna forma para que las joyas fueran a parar a manos de la familia Bolsonaro.
El conjunto de joyas más valioso (16,5 millones de reales, más de 3,2 millones de dólares) tendría como destinataria a la primera dama, Michelle Bolsonaro, y fue retenido por Hacienda en el aeropuerto internacional de Sao Paulo ya el año pasado.
Cuando fueron confiscadas, el exministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, y los citados colaboradores del expresidente maniobraron y presionaron a los funcionarios públicos del aeropuerto para que las joyas entraran en Brasil sin pagar los impuestos correspondientes, alegando que se trataba de un regalo para la primera dama.
Otros dos conjuntos de joyas estaban en posesión de Bolsonaro, pero en los últimos días fueron depositados por sus abogados en una agencia de la Caixa Económica, un banco público, después de una determinación del Tribunal de Cuentas.
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