"Llegó el momento en que un alto funcionario de la Administración Biden tendrá que iniciar una dura conversación con [Volodímir] Zelenski (…) Hay que empujar a Kiev hacia la idea de una solución negociada a la crisis, que probablemente incluirá concesiones territoriales en Crimea y Donbás", escribió Robert Grenier en el artículo para The Hill.
En opinión del experto, el conflicto ucraniano no amenaza la seguridad nacional de Washington, y la defensa total de cada centímetro de territorio ucraniano no figura en la lista de intereses vitales de Occidente.
"Ahora es el momento de empezar a disuadir a Zelenski de que cuente con el apoyo incondicional de Estados Unidos y Occidente", aseveró Grenier.
Agregó que para la OTAN es importante convertir a Kiev en una fortaleza inexpugnable para disuadir a Rusia en el futuro, pero los estadounidenses y sus aliados no necesitan todo el país para este fin. El mandatario ucraniano depende absolutamente de Occidente, por lo que se verá obligado a aceptar, concluyó el autor.
Desde Moscú han subrayado en repetidas ocasiones que las regiones de Jersón y Zaporozhie, las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, así como la península de Crimea son partes inseparables de Rusia. No se puede hablar de cambiar su estatus.