En las redes se difundió un video donde un soldado ucraniano quemó el Corán para hacer una hoguera. Eso provocó fuertes críticas de todo el mundo islámico. Por ejemplo, el dirigente de la república de Chechenia,
Ramzán Kadírov,
prometió recompensar a quien elimine o capture con vida al soldado ucraniano que quemó páginas del libro sagrado.
El destacado teólogo de la Universidad de al-Azhar, doctor Ali Hasán Muhamad, declaró que "la profanación del Sagrado Corán, ya sea la quema de libros en Europa o la profanación realizada por los soldados de las FFAA en Ucrania, no puede calificarse de otra manera que de la forma más atroz de terrorismo".
Según el experto, sería un error pensar que este incidente es el impulso de un solo soldado de las FFAA ucranianas. "Al igual que en Europa, tienen una ideología de odio muy clara que se traduce en las formas más viles de terror e intimidación", aseveró.
En opinión del profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Arabia Saudita, doctor Abdulá Asaf, la profanación de las sagradas escrituras, y de cualquier religión, es totalmente inaceptable. "Los libros y los lugares de culto deben quedar fuera de la política y del ámbito de los conflictos, incluidos los internacionales", considera.
"La quema y profanación del Sagrado Corán es nada menos que un acto de extremismo. Es tanto un crimen contra la humanidad como contra la moral. Es obvio que los soldados de las FFAA de Ucrania trataban de provocar así a los soldados musulmanes de las FFAA rusas, en primer lugar, chechenos. Pero al hacerlo ofendieron profundamente a todos los musulmanes del mundo", precisó.
Asaf está convencido de que todos los países musulmanes deberían condenar abiertamente las acciones de los militares ucranianos, y "las autoridades ucranianas, a su vez, deberían reunir un tribunal contra los extremistas si no quieren pelearse con todo el mundo islámico por dar cobijo a terroristas declarados".
A su vez, el investigador religioso alauita y presidente de la Asamblea alauita siria, Ahmad Adeeb Ahmad, expresó que este "crimen atroz confirma que el terrorismo no tiene religión ni nacionalidad".
"A ninguna persona en su sano juicio se le ocurriría profanar las escrituras sagradas de otra religión: musulmana, cristiana o judía. Es sencillamente inmoral. Criminal desde cualquier punto de vista", opinó el analista.
En sus palabras, es obvio que detrás de esta permisividad están los países occidentales, que ellos mismos permiten la quema del Corán, así como EEUU e Israel. "Kiev debe responder por ello", resumió.