El 20 de febrero por la noche se registraron fuertes temblores en la provincia turca de Hatay, en el sur del país, la más afectada por el terremoto del pasado 6 de febrero.
En la foto: los socorristas trasladan a un niño al hospital.
Los movimientos telúricos más fuertes fueron los dos primeros temblores de magnitud 6,4 y 5,8, con tres minutos de diferencia.
En la foto: rescatistas buscan personas bajo los escombros de un edificio derrumbado.
El nuevo terremoto se saldó con seis víctimas, según las últimas cifras. Al menos 300 personas resultaron heridas, 18 de las cuales se encuentran en estado grave.
En la foto: brindan asistencia médica a un herido tras el terremoto.
En la provincia de Hatay, muchos edificios que sobrevivieron al terremoto anterior colapsaron.
En la foto: los rescatistas descansan por unos minutos durante las labores de búsqueda entre los escombros.
El pánico cundió en los refugios de emergencia de los afectados por el primer terremoto cuando se produjeron nuevas sacudidas.
Los nuevos temblores de tierra provocaron el colapso de la autopista entre las ciudades de Antakya e Iskenderun. Existe el riesgo de que el agua del mar suba hasta 50 cm en la provincia de Hatay.
En la foto: un edificio de residencial en Antakya parcialmente destruido por el terremoto.
El nuevo terremoto en Turquía también afectó la zona limítrofe con Siria. Se informó del colapso de edificios en las ciudades de Al Bab y Harem, en el norte del país. El sismo se sintió también en el Líbano, Siria, Chipre e Israel.
El 6 de febrero, se produjeron dos terremotos de magnitud 7,7 y 7,6 en el sureste de Turquía, cerca de la frontera con Siria.
El número de muertos en Turquía fue de más de 42.000 y en Siria dejó más de 5.800 víctimas mortales.
En la foto: un militar ayuda a un hombre herido durante nuevo terremoto en la provincia turca de Hatay.