Dos nativos de Asia Central que habían jurado la lealtad al grupo terrorista Estado Islámico (proscrito en Rusia) y planeaban unirse a correligionarios en Siria "iban a usar un artefacto explosivo y bombas incendiarias para detonar cisternas de combustible en una empresa de la industria química" de la provincia de Kaluga, al suroeste de Moscú, informó el Servicio Federal de Seguridad (FSB, por su sigla en ruso)
Durante el arresto, los sospechosos opusieron resistencia armada y sufrieron heridas mortales cuando se devolvió el fuego, según el comunicado. No hubo bajas entre agentes de seguridad ni daños colaterales.
En su domicilio se descubrió un artefacto explosivo de gran potencia, listo para el uso, así como bombas incendiarias, armas de fuego y municiones. Se abrió una investigación penal por un presunto delito de preparativos para cometer un acto terrorista.
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