Así, al final de enero los militares ucranianos
bombardearon un centro médico civil ubicado en la localidad de Novoaidar, la región de Lugansk. Como consecuencia del ataque,
14 personas perdieron la vida y otras 24 resultaron heridas. Desde la Cancillería rusa calificaron este bombardeo
como "un crimen de guerra de Kiev y sus amos occidentales" y advirtieron que todos implicados serán castigados.
No es la primera vez cuando el régimen de Kiev atacara a la población civil. El 31 de diciembre de 2022,
seis personas fallecieron en el bombardeo realizado por parte de las Fuerzas Armadas contra un hospital de Pervomáisk, una de las ciudades de la República Popular de Lugansk. Entre los pacientes del hospital había
cinco niños con sus madres,
incluido un recién nacido, que no resultaron heridos en el bombardeo.
A esas muertes todavía deben sumarse las bajas civiles en la República Popular de Lugansk, donde el pasado 14 de diciembre
murieron 44 personas y 98 más resultaron heridas tras una serie de ataques ucranianos con Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (Himars), que son proveídos por Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) al Ejército de Kiev.
Shoigú alertó del propósito de Estados Unidos y otros países de la OTAN de dilatar el conflicto enviando más armas al régimen ucraniano.
"Estados Unidos y sus aliados intentar prolongar al máximo el conflicto y para ello empiezan a enviar armamento pesado ofensivo e incitan al régimen a apoderarse de nuestro territorio", señaló el ministro.
Shoigú advirtió que los países de la OTAN, de hecho, se involucran en el conflicto, lo que puede llevar a una escalada impredecible de la tensión.
No obstante, destacó que "las tropas rusas siguen triturando todas las armas y equipos suministrados a Kiev tanto en las rutas de entrega como en las posiciones de combate". El titular del Ministerio de Defensa subrayó que a pesar de la ayuda militar sin precedentes de los países occidentales, el enemigo está sufriendo importantes pérdidas. En enero, las tropas ucranianas perdieron más de 6.500 soldados, 26 aviones y siete helicópteros.
"Solo en el primer mes de 2023 ascendieron a más de 6.500 soldados, 26 aviones, siete helicópteros, 208 drones, 341 tanques y otros vehículos blindados de combate, y 40 vehículos de combate con lanzacohetes múltiples", detalló.
Las Fuerzas Armadas rusas continúan con éxito las operaciones ofensivas en las direcciones de Ugledar y Artiómovsk, informó Shoigú.
Como resultado de la ofensiva rusa en las direcciones de Donetsk y Zaporozhie, continuó el ministro, fueron liberadas las localidades de Soledar, Kleshchéevka, Podgórnoe, Krasnopolie, Blagodátnoe, Lobkóvoe y Nikoláevka.
Desde el 24 de febrero de 2022 Rusia lleva a cabo la operación especial para defender las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente
reconocidas por Moscú como Estados soberanos, frente al genocidio por parte de Kiev. Uno de los objetivos fundamentales de la operación el presidente ruso,
Vladímir Putin, lo definió como la desmilitarización y
desnazificación de Ucrania.