El jefe de Estado señaló que Occidente no abandonó sus planes respecto a Bielorrusia, Ucrania sigue entrenando a militantes y extremistas.
"No sé por qué los ucranianos quieren esto. Por un lado, nos piden que no entremos en guerra con Ucrania de ninguna manera, que no traslademos allí nuestras tropas. Nos ofrecen firmar un pacto de no agresión. Por otro lado, están preparando esta mezcla explosiva y la están armando [a Ucrania]. Polonia, Lituania se volvieron locos. ¿Por qué lo necesitan? No está claro. Por eso nos vemos obligados a reaccionar con dureza. (...) Que no se ofendan: les avisamos", apuntó.
Numerosos países condenaron la operación militar especial que Rusia lleva a cabo desde el 24 de febrero y apoyan a Kiev con suministros de armas, donaciones, ayuda humanitaria y sanciones contra Moscú.
Por su parte, Rusia envió notas de protesta a todos los países que suministran armas a Ucrania. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que cualquier cargamento con armas para Kiev se convertirá en un blanco legítimo para las Fuerzas Armadas de Rusia. A su vez, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, comentó que los intentos de saturar a Ucrania de armamento no favorecen el avance de las negociaciones y tendrán un impacto negativo en la situación.
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