En las imágenes se muestra el trabajo de desminado de una parcela de tierra en la que se planean obras para instalar tuberías de agua. Se trata de un problema grave, pues debido a las consecuencias de los combates, hay muchos poblados en Donetsk que no tienen agua potable.
Primero, un robot zapador Uran-6 despeja el campo de las minas. Después, los zapadores humanos vuelven a inspeccionar el campo una vez más por si hay alguna mina que no detonó cuando el robot pasó por encima.
Aparte de los ya clásicos detectores de metal, los zapadores rusos también emplean activamente los drones que les ayudan en la búsqueda y detección de minas y trampas.
Solo en el campo que podemos ver en las imágenes, los zapadores encontraron y desactivaron varias docenas de minas en un solo día. Según ellos, la potencia explosiva de estas minas era de aproximadamente una media tonelada en equivalente TNT.
Ante semejantes cantidades de explosivos, el método más eficaz y rápido es ponerlos todos juntos y realizar una explosión controlada.