"Gracias a las medidas adoptadas por el Ministerio de Defensa ruso se produjo un intercambio de prisioneros, como resultado del cual, militares rusos regresaron a casa desde el cautiverio ucraniano. [Los soldados] Hablaron que fueron víctimas por parte de los ultranacionalistas ucranianos", comentaron desde el Comité de Investigación del país.
"Como resultado de estas acciones, el militar ruso sufrió fracturas en las rodillas, fracturas en los dedos, se deterioró su visión en el ojo derecho y escucha mal con el oído derecho. Además, los miembros del batallón ultranacionalista Azov [prohibido en Rusia] que llevaron a cabo el interrogatorio le amenazaron con apuñalarle o dispararle", dice el comunicado.
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