En la Facultad de Derecho de la Universidad de Sao Paulo, por ejemplo, durante una concentración los ciudadanos acusaron el asalto a los edificios gubernamentales de Brasilia como un intento golpista para descarrilar el recién iniciado Gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva.
Sindicatos, organizaciones sociales y universitarios se concentraron para rechazar el ataque, que fue asociado por el propio Lula da Silva y distintos analistas políticos al expresidente Jair Bolsonaro, quien sin embargo se deslindó de los hechos.
El Movimiento de los Trabajadores convocó a una concentración en el Museo de Arte de de Sao Paulo Assis Chateubriand, localizado en la avenida Paulista, para las 18:00 horas, tiempo local, en rechazo a las amenazas a la democracia brasileña.
Las expresiones de repudio en Sao Paulo tienen eco en diferentes puntos del país y se articulan en torno al respeto a las instituciones y el castigo contra los responsables del asalto a los edificios gubernamentales de Brasilia.
A lo largo del domingo 8 de enero, cuando se registró el asalto, líderes del mundo expresaron su respaldo al presidente Lula da Silva y llamaron a la manutención de la institucionalidad brasileña, entre ellos los mandatarios de México, Argentina, Colombia, Venezuela, Cuba, Paraguay y Bolivia.
9 de enero 2023, 17:02 GMT