"Para los estrategas militares occidentales, los misiles hipersónicos son una pesadilla. A diferencia de otros sistemas de misiles, los proyectiles pueden dirigirse una vez disparados y alcanzan velocidades varias veces superiores a la del sonido [1.235 km/h]", afirmó el periodista.
Según él, esta "combinación de controlabilidad y velocidad los hace prácticamente imposibles de interceptar por los sistemas de defensa antiaérea".
Además, en sus palabras, los expertos temen que el desarrollo del Tsirkon ponga en marcha una carrera armamentística, ya que los misiles hipersónicos pertenecen a una nueva clase de sistemas de armas. Pueden recorrer 2,65 kilómetros en un segundo a una altitud de 20 kilómetros, con una velocidad máxima de 10.000 kilómetros por hora y un alcance de 1.000 kilómetros de distancia.
Rusia fue el primer país en añadir un arma de este tipo a su arsenal en 2017. Mientras tanto, China y Estados Unidos también están trabajando en este tipo de sistemas de armamento, resumió el autor.
A finales de mayo de 2022, el Tsirkon fue lanzado desde las aguas del mar de Bárents como parte de una prueba de nuevas armas. El objetivo marítimo estaba situado en el mar Blanco a una distancia de unos 1.000 km y fue alcanzado, según el Ministerio de Defensa ruso.