"Demasiado pequeños", comunicó Krikaliov cuando se le preguntó si los restos que causaron los daños en el revestimiento exterior de la nave espacial Soyuz MS-22 son rastreables.
Su respuesta fue secundada por el director del programa de la Estación Espacial Internacional (EEI), Joel Montalbano.
"Demasiado pequeños. Sí, estoy de acuerdo", señaló Montalbano, quien agregó que la NASA y Roscosmos están en constante comunicación.
La sospecha inicial de que la fuga podría haber sido causada por escombros de una lluvia de meteoritos cercana se descartó una vez que Houston y Moscú llegaron a la conclusión de que no era una causa posible, considerando su trayectoria.
El 15 de diciembre se descubrió una despresurización del sistema de enfriamiento de la nave espacial Soyuz MS-22 acoplada a la estación y la temperatura en el módulo ruso subió hasta los 30 grados Celsius.
El 20 de diciembre, una fuente comunicó a Sputnik que era imposible reparar el sistema de refrigeración de la nave Soyuz MS-22 en órbita.
Roscosmos analiza adelantar unas semanas su misión Soyuz MS-23 a la EEI para fines de febrero.
Actualmente se encuentran en la EEI los rusos Serguéi Prokópiev, Dmitri Petelin y Anna Kíkina, los estadounidenses Francisco Rubio, Josh Cassada y Nicole Mann, y el japonés Koichi Wakata.
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