"La OSCE sigue siendo una organización necesaria y eficaz, pero ahora sus capacidades están limitadas. Creo que en el futuro la OSCE volverá a ser una importante institución integrada", dijo Rau.
Asimismo admitió la falta de confianza entre los miembros de la OSCE.
"La confianza se quemó. Por lo tanto, es muy importante que los países miembros la restablezcan sobre una base sólida", destacó.
Rau añadió que Polonia traspasa la presidencia en la organización en una situación que difiere completamente de la del enero pasado cuando Varsovia asumió su presidencia de turno.
"No se trata de la filosofía ni de las prioridades de la organización, sino de las acciones de Rusia que tiene como rehén a la OSCE", aseveró.
El 30 de noviembre, Rau declaró que el año saliente es el más difícil en la historia de la OSCE e indicó que se debe a la operación militar de Rusia en Ucrania.
Rusia continúa desde el pasado 24 de febrero una operación militar especial en Ucrania alegando que las repúblicas de Donetsk y Lugansk —inicialmente reconocidas por Rusia como Estados soberanos y, en septiembre pasado, incorporadas al territorio ruso tras un referéndum— necesitaban ayuda frente al genocidio por parte de Kiev luego de que ambos territorios se independizaron de Ucrania en 2014 tras no reconocer a las nuevas autoridades que resultaron del golpe de Estado de ese mismo año.
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