El Servicio de Guardacostas de Estados Unidos localizó el 7 de noviembre un barco de pesca de unos 40 pies (12 metros) de eslora, en alta mar al sur del estado de Florida, que había sido denunciado como robado.
Al mando de la embarcación iba el cubano Cristian Torres Pérez, de 30 años, quien había llegado a Estados Unidos poco tiempo antes, pero arrepentido de vivir allí tomó la decisión regresar a Cuba a bordo del barco para cuyo dueño trabajaba.
El propietario denunció el robo de la embarcación el lunes 7 de noviembre a la mañana. Le dijo a la Policía del Condado de Monroe —de los Cayos de Florida, al sur del país— que Torres había renunciado a su trabajo y que hablaba constantemente de regresar a Cuba, ya "que no le gustaba vivir en el país", indicaron las autoridades policiales.
A la tarde, un avión del Servicio de Guardacostas encontró al barco pesquero que Torres se había llevado, luego de que este encendiese el faro de emergencia de la embarcación.
Al ver el avión, Torres le hizo señales de auxilio, ya que la embarcación estaba averiada y no podía continuar su travesía. Poco después fue rescatado y luego entregado a las autoridades estadounidenses.
Torres fue trasladado a la cárcel del condado Monroe y fue acusado de hurto mayor y robo. El ciudadano cubano será juzgado el 18 de noviembre.
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