Unos 200.000 soldados movilizados, del total previsto de 300.000, llegaron a las bases de las Fuerzas Armadas rusas. Antes de que sean enviados a sus correspondientes bases de despliegue, están recibiendo formación adicional para recuperar las habilidades que desarrollaron durante los meses de conscriptos.
En la foto: varios militares rusos se entrenan tras ser movilizados.
La duración del entrenamiento y formación de los movilizados puede llegar a un mes.
En la foto: los militares movilizados están aprendiendo a manejar los vehículos de combate de infantería BMP-3.
Para acelerar el proceso de adaptación a las condiciones de combate, los ejercicios se llevarán a cabo bajo el auspicio de oficiales con experiencia de combate real.
Varios soldados de la movilización parcial están practicando el ensamblaje y desensamblaje de ametralladoras.
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, dijo que los soldados serán enviados a la zona de la operación militar especial solo después de llevar a cabo el entrenamiento con unidades que ya sirvieron allí.
Un soldado movilizado realiza prácticas de tiro.
El 21 de septiembre, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, decretó una movilización parcial de 300.000 soldados, lo cual supone aproximadamente un 1% de la reserva total del Ejército ruso, que asciende a 25 millones de efectivos. Todos los movilizados bajo este decreto deben tener experiencia de combate y tener una especialidad técnico-militar.
Los soldados movilizados realizan prácticas con todas las armas que podrían tener que manejar.
En la foto: prácticas de tiro con un lanzagranadas RPG-7.
La movilización no incluye a mujeres, estudiantes, padres de familias numerosas y algunas categorías más de personas.
Dos soldados movilizados durante unos ejercicios de formación.