En una conferencia sobre el hambre, la alimentación y la salud organizada en la Casa Blanca, el mandatario de casi 80 años intentó buscar entre los asistentes a la congresista Jackie Walorski, quien murió el 3 de agosto pasado y era una de las políticas más conocidas del Partido Republicano.
Sin embargo, Joe Biden preguntó por ella, a pesar de que la republicana falleció a causa de un accidente vehicular en Indiana, el estado que representaba.
"Quiero agradecer a todos los presentes, incluyendo a los de ambos partidos, como el representante McGovern, los senadores Braun y Booker, la representante Jackie [Walorski]... ¿Jackie está aquí? ¿Dónde está Jackie? Creo que no ha podido venir", dijo el presidente de Estados Unidos.
El equipo de comunicación de la Casa Blanca defendió la actitud del demócrata, quien en varias ocasiones ha sido señalado por sus lapsus, errores y actitudes de confusión en eventos oficiales.
"Estaba pensando en ella porque va a visitar a su familia el viernes para homenajearla, para honrar su trabajo", explicó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. Sin embargo, algunos reporteros increparon a la funcionaria e insistieron en un supuesto mal estado mental de Biden.
Un día después de haberse confundido con la congresista Jackie Walorski, el presidente estadounidense acudió a las oficinas de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), para hablar sobre el huracán Ian, que ha afectado a las costas de Florida.
"Este podría ser el huracán más mortífero en la historia de Florida. Las cifras aún no están claras, pero estamos escuchando los primeros informes de lo que puede ser una pérdida sustancial de vidas", aseguró Biden, quien también declaró estado de emergencia en ese estado sureño por las inundaciones y otras afectaciones.
Cuando acabó el evento, Joe Biden se mostró confundido, sin saber qué hacer. Y aunque una integrante de la FEMA intentó tomarlo del brazo y dirigirlo a otro lugar, el mandatario hace caso omiso y se va hacia el lado contrario. Incluso se observa que la mujer le llama: "Señor presidente". Pero Biden parece no escucharla.
El presidente de Estados Unidos tuvo un comportamiento similar la semana pasada, durante un evento organizado por el Fondo Mundial, organización que combate epidemias como el sida, la tuberculosis y la malaria.
En aquella ocasión, su forma de proceder al terminar su discurso fue errante. Tampoco supo qué hacer y permaneció pasmado frente a los asistentes.
Al menos el 36% de los ciudadanos estadounidenses está sumamente preocupado por la salud mental de Joe Biden, mientras que el 23% se declaró preocupado en alguna medida, de acuerdo con una encuesta hecha por Issues & Insights.
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