Se informó que las tropas ucranianas en la noche del 2 al 3 de septiembre reanudaron los bombardeos de la central nuclear de Zaporiyia. Se registró un ataque contra el segundo y el tercer bloque, que interrumpió la línea de transmisión del Dniéper, como consecuencia, el envío de energía al territorio de Ucrania se detuvo.
"La potencia de la quinta y sexta unidades de energía se redujo casi a la mitad y en este momento asciende a un total de aproximadamente 1.000 MW. Esto está dentro del 50% de la capacidad de diseño de las dos unidades. La energía llega solo a los territorios liberados de la región de Zaporiyia y a Jersón", dijo Rógov.
Según él, el fondo de radiación en la planta nuclear corresponde a la norma.
La central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, se encuentra en el sureste de Ucrania, cerca de la ciudad de Energodar, y desde el pasado mes de marzo, permanece bajo el control de los militares rusos.
El 1 de septiembre, en vísperas de la visita de una misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a la central nuclear, las tropas ucranianas volvieron a bombardear la región con artillería pesada.
Además, dos grupos de sabotaje, de hasta 60 personas en total, desembarcaron a unos tres kilómetros al noreste de la central nuclear de Zaporiyia, e hicieron un intento de ocupar la planta.
Según las autoridades locales, unos 40 saboteadores ya fueron abatidos.
Durante las últimas semanas, Rusia acusa a Ucrania de bombardear a diario las instalaciones de la planta.
Moscú alega además que su presencia militar en la central persigue evitar fugas de materiales nucleares y radiactivos.
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