Con el objetivo de fortalecer su economía, tras 20 años de ocupación estadounidense, Kabul desea expandir sus horizontes comerciales y valerse de la que ellos consideran una nación amiga: Rusia.
El ministro de Industria y Comercio de Afganistán, Noureddin Azizi, aseguró que su país está listo para vender a Moscú grandes cantidades de minerales, frutos secos, pasas y hierbas medicinales a cambio de petróleo y otros combustibles.
El Gobierno afgano no considera que el conflicto en Ucrania sea un impedimento para que Kabul y Moscú fortalezcan sus relaciones comerciales. De hecho, comentó que la intención es que las empresas rusas participen en los yacimientos de litio del país asiático.
"Afganistán y Rusia tienen experiencia histórica en el comercio de trueque mutuo. Nos gustaría concentrarnos en el suministro de productos alimenticios y otros productos esenciales, incluidos los derivados del petróleo y estamos consultando con nuestros socios rusos", indicó Azizi, quien cree que este año podría firmarse un acuerdo bilateral.
En agosto de 2021, el presidente estadounidense,
Joe Biden, dio uno de los anuncios más polémicos de su mandato:
Estados Unidos se retiraría de Afganistán tras 20 años seguidos de acciones militares. El compromiso ya había sido firmado por Donald Trump años atrás. Pero el problema, como tal, no fue la retirada sino la forma en cómo se hizo:
precipitada, desorganizada y poco estratégica.La retirada estadounidense, que se concretó en solo 15 días, dio pie a que
los talibanes tomaran el poder de Afganistán nuevamente e incluso provocaran
la huida del expresidente Ashraf Ghani, dejando a la sociedad en manos de un grupo que es considerado terrorista por varios países y organismos internacionales. Y es que, a un año de aquella decisión, la nación de mayoría islámica se encuentra sumida en una
profunda crisis económica, política y social.
"Es increíble que un presidente de Estados Unidos no pueda medir las consecuencias de una retirada tan precipitada. Todo lo que invirtió Washington desde el ataque a las Torres Gemelas se fue por la borda. Se metieron a Afganistán para arreglar cuentas, pero en realidad fue un desastre, no solo desde la perspectiva económica sino geopolítica de su estadía. Creer que los talibanes iban a modificar su comportamiento resulta, hasta cierto punto de vista, muy absurdo", aseguró a Sputnik Fausto Pretelin, internacionalista y exinvestigador en el departamento de Estudios Internacionales del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).