Las defensas costeras de
Estonia y
Finlandia unirán sus fuerzas antimisiles para, en caso de ser necesario, cerrar el paso a una posible entrada de buques de guerra rusos en el Golfo de Finlandia, aseguró Pevkur.
Según el ministro estonio, este plan podrá concretarse cuando Finlandia por fin se adhiera a la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que desde 1991 —año de desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)—
se ha expandido para formar un cerco a las fronteras rusas, según ha denunciado Moscú desde hace mucho tiempo en organismos internacionales.
El 9 de agosto pasado, el presidente de Estados Unidos,
Joe Biden, firmó
documentos de ratificación que aprueban por parte de Washington el ingreso de
Finlandia y
Suecia a la OTAN, con lo cual estas naciones se alejan de su política exterior de neutralidad como una respuesta en contra de la
operación militar especial de Rusia en Ucrania.
Turquía, España, Grecia, Portugal, Hungría, Eslovaquia y la República Checa todavía tienen que aprobar las solicitudes para que los dos países ingresen en la Alianza, liderada, principalmente, por Estados Unidos y el Reino Unido, tomando como referencia la cantidad de recursos financieros que aportan a la organización.
Desde la década de 1930, cuando se desató la Guerra de Invierno entre Finlandia y Rusia, ya existían planes para fusionar estrategias militares entre finlandeses y estonios, según Iltalehti. A esta eventual alianza se le conoce como la Doctrina Mannerheim, en honor al excomandante en jefe del ejército de Finlandia, Carl Gustaf Emil Mannerheim.
Las declaraciones del ministro estonio de Defensa suceden en momentos en que la OTAN se afianza aún más en territorio europeo a raíz del conflicto en Ucrania, que ha derivado en diversos paquetes de sanciones económicas y comerciales en contra de Rusia.
Además, en los últimos días,
Rusia y Estonia ingresaron en un episodio de tensiones diplomáticas por la detención de los periodistas rusos Ksenia Soldátova y Dmitri Timoféyev en suelo estonio. Y aunque ya fueron liberados,
les retiraron sus visados y les prohibieron entrar en el territorio de la Unión Europea por tres años.