Un cohete propulsor desarrollado por SpaceX para su nave de próxima generación se incendió durante una prueba en tierra llevada a cabo en Boca Chica, Texas, lo que representa un posible revés a una parte del proyecto espacial de Estados Unidos.
Hace apenas un mes, el multimillonario Elon Musk previó que su Starship estaría lista para volar a partir de julio, en una serie de vuelos orbitales de prueba. Sin embargo, la explosión de su propulsor demuestra que la nave todavía no está lista para los objetivos planteados.
La explosión del cohete Super Heavy Booster 7 fue captada por las cámaras de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), que mantiene una alianza con SpaceX para varios proyectos espaciales.
"Sí, en realidad [el propulsor] no es bueno. El equipo está evaluando los daños", reconoció el magnate de origen sudafricano en su cuenta de Twitter.
"En el futuro, no haremos una prueba de arranque de giro con los 33 motores a la vez", comentó Elon Musk.
La nave Starship es un vehículo de lanzamiento súper pesado de dos etapas completamente reutilizable que es desarrollado por SpaceX.
Según dijo Musk en junio, una segunda nave espacial Starship estará lista para otra prueba en agosto. El hombre más rico del mundo prevé que las pruebas de vuelo orbital se lleven a cabo cada mes.
La Administración Federal de Aviación (FAA) aprobó el 13 de junio la revisión de evaluación ambiental de SpaceX, que le da permiso para continuar con su proyecto Starship/Super Heavy en Boca Chica, Texas.