Johnson renunció este 7 de julio al cargo de primer ministro y jefe del Partido Conservador del Reino Unido, pero se mantendrá en funciones hasta que se nombre un nuevo jefe de Gabinete.
"Ahora tenemos la oportunidad de volver al verdadero espíritu de asociación y respeto mutuo que se necesita para apoyar los logros del Acuerdo de Viernes Santo", anunció Martin en una declaración.
Señaló que, aunque ambos cooperaron ampliamente, no siempre estuvieron de acuerdo, y que recientemente las relaciones entre ambos Gobiernos han sido tensas y complicadas.
Según el primer ministro irlandés, la cooperación entre ambos países es clave para la paz y la prosperidad en las islas, y pidió al Reino Unido que se abstenga de actuar de forma unilateral, "tanto si se trata de abordar el legado del pasado como los derechos humanos o el protocolo sobre Irlanda del Norte".
Por su parte, el ministro de Exteriores irlandés, Simon Coveney, subrayó que su país está comprometido a trabajar con el nuevo primer ministro británico para proteger los logros compartidos en el proceso de paz.
El Acuerdo de Viernes Santo, o Acuerdo de Belfast, de 1998 puso fin a una sangrienta lucha entre los nacionalistas católicos que buscaban la unificación de Irlanda y los unionistas protestantes que defendían el mantenimiento de Irlanda del Norte como parte del Reino Unido. El conflicto provocó la muerte de más de 3.500 personas.
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