Las Cortes Marciales de Santiago (Ejército, Fuerza Aérea y Carabineros) y Valparaíso (Armada) condenaron a 54 uniformados por el robo de fusiles de guerra, pistolas, revólveres e incluso granadas, además de pertrechos militares como chalecos antibalas y visores nocturnos. El armamento fue sustraído desde dependencias militares durante los últimos 10 años.
Además, una investigación realizada por el Centro de Investigaciones Periodísticas de Chile (Ciper) alertó que las armas son comercializadas en el mercado negro, donde es adquirido principalmente por redes de narcotráfico, trata de personas y crimen organizado en general. Vendidas ilegalmente, las armas alcanzan hasta un 200% de sobreprecio.
De acuerdo a registros judiciales a los que accedió Ciper, entre 2012 y 2022 ambas Cortes Marciales informaron sobre 38 casos de robo de armamento y pertrechos desde dependencias institucionales, que se tradujeron en 14 sentencias condenatorias y 54 exuniformados condenados.
En varias de las causas, las fojas comprendidas en los expedientes de la Justicia Militar chilena dieron cuenta de los avalúos del armamento encargados por los mismos tribunales castrenses.
Las armas chilenas en el mercado negro:
Fusil SIG 510 (fabricación suiza): 1,3 a 2 millones de pesos (1600 a 2500 dólares).
Subametralladora UZI (fabricación israelí): 700.000 pesos (875 dólares).
Pistola Taurus PT-917: 300.000 pesos (380 dólares).
Revolver Colt calibre 38: 100.000 pesos (125 dólares).
Granada de mano: 30.000 pesos (38 dólares).
"Uno de los fusiles ya tenía comprador, en la suma de dos millones (…) y yo unos días antes, cuando fuimos a comprar marihuana a un traficante, que después nos increpó preguntando de dónde éramos y a qué íbamos, respondiéndole que éramos del regimiento y que veníamos a comprar yerba [marihuana], nos ofreció la cantidad de dos millones de pesos en efectivo si le llevábamos un fusil", señaló uno de los testimonios de uniformados en los expedientes marciales que constan de la investigación periodística.
El denominador común de todas las sentencias de la Justicia Militar chilena —quienes no exponen las penas de las sentencias de forma pública—, es la facilidad para robar el armamento y retirarlo de las dependencias policiales o militares, de acuerdo a las declaraciones de las sentencias.