El embargo actual abarca a dos tercios de las importaciones. Se mantuvo la importación por medio de los oleoductos, principalmente a países de Europa central que mostraron ser los más reticentes a votar por un embargo total, pues sería como lanzar una "bomba atómica" sobre sus respectivas economías.
Las sanciones también incluyeron la exclusión del banco ruso Sberbank del sistema de comunicación financiera SWIFT, así como la prohibición de transmisión de otras tres cadenas de televisión estatales rusas y una expansión de sanciones personales contra nacionales rusos.
Ante los acalorados debates que acompañaron a la implementación del sexto paquete de sanciones, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, arremetió contra los líderes europeos por la tardanza. De acuerdo con él, hay que progresar en las sanciones contra Rusia, para obligar a Moscú a reconciliarse con Kiev.
Con ello, son cada vez más los políticos europeos que dudan de la posibilidad de implementar un séptimo paquete de sanciones, pues estas ya están empezando a hacer más daño a quienes las accionan que a sus víctimas.