En sus redes sociales, el mandatario López Obrador aseguró que su Administración trabaja para resolver los viejos conflictos de este pueblo. "Es un asunto de elemental justicia", escribió.
De acuerdo con información de medios locales, López Obrador se comprometió a devolverle las tierras a los wixáricas, quienes recorrieron a pie más de 800 kilómetros desde su localidad de San Sebastián Teponahuaxtlán, en el norte de Jalisco, hasta la Ciudad de México, donde levantaron un plantón para exigir justicia.
"Nos reunimos con el presidente de la República, que nos dijo sobre los compromisos que, de cumplirse, estarían restituyendo de manera total las tierras que superan las 11.000 hectáreas", comentaron líderes huicholes durante una asamblea celebrada en el Zócalo capitalino.
En 1953, estas comunidades se hicieron dueñas de 250.000 hectáreas por decreto presidencial. Sin embargo, conforme el tiempo avanzó, comenzaron a ser despojadas de sus tierras por empresarios y Gobiernos locales dominados por "la ambición" y "las políticas neoliberales", según acusaron los indígenas.
El despojo de sus tierras no sólo significó pobreza y desempleo: también se trata de asentamientos sagrados para su cultura, "donde se manifiestan nuestras deidades y nuestra madre que es la tierra".