"Esta persona murió por falta de acceso a la atención, sin haber sido juzgada, en una prisión superpoblada e insalubre", escribió la Oficina Integrada de la ONU en Haití (Binuh) en un mensaje en la red social Twitter.
El joven falleció de un ataque de asma el pasado 13 de abril en la prisión civil de Jeremie, siete años después de ser detenido cuando aún era menor de edad, una práctica habitual pese a los esfuerzos del sistema judicial para erradicar el fenómeno.
"El sistema penitenciario debe brindar soluciones rápidas, duraderas y efectivas a los múltiples problemas que afectan a la población penitenciaria", señaló la Binuh.
Actualmente más del 85% de los reos de Haití se encuentran en prisión preventiva prolongada, algunos de ellos por más de una década, lo que ubica al país entre los peores de la región.
A esto se une las condiciones de los centros penitenciarios que operan al triple de su capacidad, mientras los reos comparten hacinadas celdas con poco acceso a los servicios sanitarios o de asistencia médica.
Esta situación podría empeorar con la reciente huelga iniciada por los secretarios judiciales para exigir mejores condiciones laborales, aumentos salariales y el cumplimiento de las promesas de las autoridades.
El abogado Arnel Rémy advirtió que el trabajo administrativo tendrá un gran impacto en la población penitenciaria pues sin secretarios judiciales los tribunales son incapaces de funcionar.
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