"El problema radica en que la integración de Ucrania en la OTAN no está en la agenda y no sucederá en el futuro previsible", dijo Scholz al intervenir en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Desde principios de este año, Moscú negocia con Washington un acuerdo creíble y vinculante de garantías recíprocas de seguridad.
A finales de 2021, el Ministerio de Exteriores de Rusia publicó sus propuestas para EEUU y la OTAN sobre las garantías de seguridad en Europa, en las que, en particular, insta a Washington a renunciar recíprocamente al despliegue de armas nucleares fuera del territorio nacional y repatriar las ya emplazadas.
Además, plantea a la Alianza Atlántica que vuelva a las posiciones de 1997, se comprometa a parar la expansión del bloque hacia el este y excluya el ingreso de las naciones de la antigua Unión Soviética, ante todo Ucrania.
El 26 de enero, EEUU y la OTAN presentaron sus respuestas por escrito a la iniciativa de Rusia.
El presidente ruso, Vladímir Putin, señaló el 1 de febrero que la otra parte había ignorado las preocupaciones fundamentales de Moscú. La OTAN, según él, engañó a Rusia diciendo que no se expandiría hacia el este y sus documentos no dicen nada de la política de puertas abiertas, por lo que podría negarse a admitir a Ucrania.