"La humanidad, que se jacta de sus avances en la ciencia, en el pensamiento, tantas cosas hermosas... pero retrocede en cuanto a tejer la paz. Es campeón de la guerra", dijo el pontífice.
En su opinión, "esto nos avergüenza a todos: debemos rezar y pedir perdón por esta actitud".
Al recordar que los llamamientos de sus predecesores Benedicto XV (1914-1922) a frenar la primera guerra mundial, de y Juan Pablo II (1978-2005) de evitar el conflicto en Irak, fueron desatendidos, el obispo de Roma notó que ahora también "esta llamada, tanto de los papas como de los hombres y mujeres de buena voluntad, no es escuchada".
"Parece que el mayor premio para la paz se debería dar a las guerras: una contradicción. Estamos apegados a las guerras y esto es trágico", acotó el papa Francisco.
"Fuimos testigos de las masacres en conflictos en Oriente Próximo, Siria e Irak; en la región etíope de Tigray; y siguen soplando vientos amenazadores en las estepas de Europa Oriental; encendiendo las mechas del fuego de las armas y dejando helados los corazones de los pobres y de los inocentes: estos no cuentan", expresó.