"Esta campaña busca desprestigiar la imagen de Evo relacionándolo de manera malintencionada con actividades ilegales de narcotráfico en las que han incurrido algunos exjefes y funcionarios policiales", dijeron los exministros en una declaración leída a la prensa por la extitular de Culturas, Wilma Alanoca.
Los exministros salieron en defensa de Morales luego de que la detención de un exjefe de la fuerza antidrogas, Maximiliano Dávila, acusado de narcotráfico, desatara una ola de pedidos de políticos y grupos de derecha de que el expresidente indígena sea incluido en las investigaciones de ese caso.
"Declaramos enfáticamente que ni Evo Morales, ni (su vicepresidente) Álvaro García, ni Luis Arce, ni David Choquehuanca, ni ninguno de nosotros y nosotras tuvo jamás relación con este tipo de delitos y que tales acusaciones no son otra cosa que una gran infamia", dijeron los exministros.
Arce y Choquehuanca, militantes del Movimiento Al Socialismo que dirige Morales, son los actuales presidente y vicepresidente de Bolivia.
Los exministros apuntaron que Morales "jamás fue acusado por organismos competentes de tales delitos (narcotráfico)", tampoco los principales miembros de sus gobiernos, "como sí lo fueron varios exministros de diversos gobiernos civiles y militares anteriores".
El exjefe antidrogas Dávila está detenido preventivamente desde fines de enero en La Paz, en espera de juicio por protección al narcotráfico y lavado de narco-dinero.
Estados Unidos ha anunciado que tramitará la extradición de Dávila para enjuiciarlo en Nueva York, también por narcotráfico, en base a una investigación hecha por la DEA, agencia antidrogas estadounidense que fue expulsada de Bolivia por Morales en 2008.