"Supongo que es otro bulo", sostuvo Peskov, al recordar que ya hubo muchas fechas de la supuesta invasión pero ninguna se confirmó.
El funcionario denunció que "ninguno de los autores de estas noticias falsas reconoció estar equivocado".
Asimismo, Peskov se pronunció en contra de exigir disculpas públicas o apelar a los tribunales por los falsos anuncios sobre una inminente invasión rusa de Ucrania.
"No tenemos esa intención, no estamos para entretenernos con disculpas. Ahora bien, Rusia espera un comportamiento más responsable y sincero por parte de aquellos que hacen semejantes acusaciones gratuitas y de los medios que las repiten de una manera francamente abusiva, sin reparar en que están pisoteando su reputación", dijo Peskov a los periodistas.
El portavoz de la Presidencia rusa afirmó que en Rusia se ríen de los bulos que los medios occidentales difunden estos días.
"Desconozco la reacción de su audiencia, pero en la nuestra provocan carcajadas", señaló.
También respondió con una negativa a la pregunta de si habrá demandas judiciales contra esos medios.
"No lo planeamos. Que sus lectores entiendan por fin lo que valen esos medios", dijo.
Peskov calificó como "una burda agresión informativa" contra Rusia las falsas declaraciones que se escuchan actualmente desde Occidente, particularmente desde las naciones que forman parte de la Alianza Atlántica.
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, afirmó el 16 de febrero en una entrevista con la CNN que Washington no ve "señales significativas de desescalada, ni repliegues significativos de las tropas rusas desde las fronteras" de Ucrania, a pesar de que Moscú anunció el regreso de algunas unidades militares a los cuarteles tras un ejercicio militar.
17 de febrero 2022, 09:52 GMT
El diario estadounidense Politico el mismo que publicó hace unos días, citando fuentes de alto nivel, que Rusia invadiría Ucrania el 16 de febrero— escribió que, en realidad, habría que estar muy atentos "después 20 de febrero".
Las tensiones en torno a Ucrania se fueron agravando en los últimos meses por la acumulación de tropas rusas cerca de la frontera ucraniana, que Occidente interpreta como preparativos para una posible invasión.
Rusia rechaza esas sospechas, defiende el derecho a mover fuerzas dentro de su propio territorio según lo estime conveniente y acusa a la Organización del Tratado del Atlántico Norte de buscar pretextos para emplazar más equipamiento militar cerca de las fronteras rusas.
Según el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, Occidente desata la "histeria" para encubrir el sabotaje por parte de Ucrania de los Acuerdos de Minsk, que sientan las bases para una solución política del conflicto armado interno en Donbás.