En el boletín divulgado este miércoles 9, afirman que a pesar de "las controversias y dudas" que aún existen, queda claro que la explosión de casos crea temporalmente inmunidad al virus, y aunque su duración sea corta o temporal este escenario "puede verse como una ventana de oportunidad".
"En un momento en que hay muchas personas inmunes a la enfermedad, si hay una alta cobertura de vacunas completa existe la posibilidad tanto de reducir el número de casos, internaciones y muertes como de reducir la circulación del virus", aseguran.
El documento sugiere que para que eso sea posible hay que aplicar cuatro estrategias de salud pública: garantizar la oportunidad de vacunarse ampliando horarios, realizar una búsqueda activa de las personas no vacunadas, incentivar la vacunación de los niños y reforzar los beneficios de la higiene y el buen uso de las máscaras.
El boletín de la Fiocruz también señala que el avance de la vacunación en Brasil no se ha dado de forma homogénea, y que mientras las regiones sur y sudeste —las más ricas del país— presentan altos índices de inmunización, en las regiones norte, noreste y centro-oeste "aún hay bolsas con baja inmunización contra el COVID-19".
En este sentido, consideran que para las poblaciones más pobres, más jóvenes, menos escolarizadas y residentes en ciudades de tamaño medio "el fin de la pandemia parece más distante que para grandes centros como Río de Janeiro o Sao Paulo", donde la gran mayoría de la población ya recibió dos dosis de la vacuna.
Según los datos más recientes del Ministerio de Salud, divulgados el pasado 4 de febrero, más de 152 millones de brasileños mayores de 12 años ya tienen la pauta completa, con las dos dosis, lo que representa el 85% del público de esa franja de edad.
Respecto a la dosis de refuerzo (la tercera), 41,2 millones de brasileños ya la recibieron y otros 53 millones podrán hacerlo a lo largo del mes de febrero.