Según la encuesta mensual del Centro de Estudios de Opinión (CEO) del Gobierno catalán, "el 76% de los encuestados está muy o más bien de acuerdo en la defensa del modelo de inmersión lingüística".
Por el contrario, un 24% de las personas que participaron en el sondeo están en contra de este tipo de enseñanza.
En 2020, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña dictó una sentencia por la cual estableció una cuarta parte de la enseñanza en castellano, que fue ratificada el pasado noviembre por el Tribunal Supremo español.
A partir de este fallo, que afecta al sistema público no universitario, decenas de escuelas tuvieron que alterar su currículo a petición de familias que solicitaron incluir más asignaturas en castellano.
Según el CEO publicado este miércoles, el modelo de inmersión es preferible para un 95% de personas que se definen como catalanoparlantes y el 50% de los castellanoparlantes.
En el caso de los ciudadanos bilingües (catalán y castellano) la aceptación llega al 78%, y sube al 88% para hablantes de otras lenguas.
De manera general, el 58% de los encuestados ven adecuada la presencia del catalán en los colegios, el 22% cree que es excesiva y el 20% la ve insuficiente.
La inmersión lingüística en el idioma catalán se convirtió en el modelo general de enseñanza en Cataluña en 1992, como respuesta a las demandas de familias castellanoparlantes que querían que sus hijos aprendieran la lengua.
Este modelo cuenta con amplia aceptación entre los profesionales del sector educativo, pero en los últimos años fue motivo de fricciones políticas entre los gobiernos de España y Cataluña.