"Moscú sigue siendo indispensable para poder asegurar los flujos de suministros para toda Europa", acotó Di Maio, precisando que la UE y el Reino Unido importan de Rusia el 40% del gas que consumen.
Al mismo tiempo, recordó que "Moscú también depende en gran medida de los ingresos de las exportaciones de energía y Europa es su mejor mercado".
En cuanto al gasoducto Nord Stream 2, el canciller italiano notó que "debilita objetivamente la posición de Ucrania con vistas a las negociaciones sobre el suministro y el tránsito del gas ruso" tras la expiración del contrato actual entre Gasprom y Kiev en 2024.
"Con Nord Stream 2 Moscú puede mantener las ventas a Europa, pero reducir el tránsito por Ucrania, la cual obtiene ingresos esenciales para la economía precisamente de las regalías", observó Di Maio.