"Partes de Kimberley en el noroeste de Australia se han enfrentado a un torrente de lluvia sin igual en los últimos 120 años", publicó el medio.
También comunico que en la zona del aeropuerto de Broome, las lluvias han continuado por dos días seguidos sin detenerse, superando a las precipitaciones del año anterior.
La oficina meteorológica local había emitido una advertencia de que las rachas de viento en la zona podrían alcanzar los 100 kilómetros por hora y dañar las estructuras.
El Ministerio de Bomberos y Servicios de Emergencia instó a los residentes a tener cuidado con la caída de árboles, los cables eléctricos y el desbordamiento de ríos y canales.