"La refinería La Pampilla abastece el 40 por ciento del mercado peruano de combustibles y por ello Repsol realizará los mayores esfuerzos para evitar el riesgo de desabastecimiento de productos esenciales para los ciudadanos peruanos y el desarrollo del país", indicó la empresa en un comunicado.
El pasado sábado 15 de enero, un accidente en la refinería La Pampilla, ubicada en el distrito limeño de Ventanilla y administrada por Repsol, hizo que se vertieran al mar casi 12.000 barriles de petróleo, lo que ocasionó la contaminación de 155 kilómetros cuadrados, un área equivalente a 16.000 canchas de fútbol.
Debido a ello y como consecuencia de "no haber evidenciado acciones claras de limpieza", el Gobierno peruano ordenó el lunes la paralización de todas las operaciones de la transnacional.
Por otro lado, Repsol confirmó su voluntad de "colaborar con las autoridades peruanas", a pesar de considerar la medida gubernamental como "desproporcionada e irrazonable".