"La granja utilizaba corriente eléctrica pública y disponía de potentes elementos de refrigeración y ventilación para su funcionamiento. Se han intervenido 22 equipos con un valor aproximado que superaría los 50.000 euros", señala la Policía en un comunicado.
Las investigaciones policiales comenzaron sobre lo que se creía que era una posible plantación de marihuana indoor localizada en unas caballerizas.
Sin embargo, tras las primeras indagaciones, los agentes se percataron de que en las instalaciones no había una plantación de marihuana sino una granja de criptomonedas, algo de lo que apenas se tienen registros en España.
Con esta información, la policía procedió al registro de las caballerizas, interviniendo más de una veintena de ordenadores, con los que se calcula que se generaba un beneficio mensual de 2.500 euros.
Para el mantenimiento de los equipos intervenidos, que durante el proceso de minado alcanzan altas temperaturas, se utilizaban sistemas de refrigeración y potentes ventiladores industriales destinados a desplazar el aire caliente hacia el exterior.
Fuera del local se localizó un enganche ilegal a la red eléctrica para alimentar los equipos, observándose un consumo de amperios muy elevado, lo que, según técnicos de la compañía eléctrica, podrían generar una defraudación de electricidad mensual de 2.000 euros.
Los investigadores se encuentran ahora analizando el material intervenido para identificar a los responsables de estas instalaciones.