Las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia implicaron en esa misión sus cazas Su-34, Su-35 y aviones de alerta temprana А-50, que despegaron de la base de Hmeymim, en la gobernación de Latakia; Siria estuvo representada por aviones de combate MiG-23 y MiG-29, que salieron de los aeródromos de Dumayr y Sayqal, a las afueras de Damasco, informó un corresponsal de Sputnik.
Mientras los pilotos sirios ejecutaban las tareas de control y cobertura del espacio aéreo, sus colegas rusos se capacitaban para lanzar ataques contra objetivos terrestres.
Durante esa misión conjunta, los aviones de guerra sobrevolaron las zonas próximas a los Altos del Golán, la frontera sur de Siria, el río Éufrates y las áreas del norte del país.
Además, simularon un lanzamiento de misiles contra objetivos aéreos y destruyeron blancos terrestres en un polígono militar situado en la parte central de Siria.
En el futuro, las misiones ruso-sirias de patrulla aérea se llevarán a cabo con regularidad.